domingo, 24 de mayo de 2015

EL CHAJA, leyenda guaraní

Curundú y Yací se amaban apasionadamente. A la luz de la luna se juraron amor eterno haciendo que sus sangres se mezclaran, abriéndose heridas en los brazos con una uña de caracará. 
Poco después el Cacique Itapé, jefe de la tribu, llamó a su hja Araí,tan hermosa como altiva, y le dijo:
_"Me estoy muriendo y no tengo ningún hijo varón. Preciso que te cases y me des un nieto capaz de sucederme al mando de la comunidad. ¿Cuál de todos los guerreros te agrada como esposo?
_Curundú_ respondió la joven sin vacilar_ pero él está ciegamente prendado de Yací y no me corresponde".
Llamado a la presencia del Cacique, se negó a casarse con Araí, aún a sabiendas del castigo que le esperaba de acuerdo a las costumbres de la tribu.



Lo amarraron a un algarrobo y lo dejaron para que se lo devoraran los urubúes.
Yací, al enterarse, fue a morir junto a él.  



A la noche se hizo presente Curupí, el genio de los enamorados. "Vengo a salvarlos porque un amor como el de ustedes no puede morir. Los convertiré en un casal de aves que será símbolo eterno de fidelidad."
puso sobre ellos sus manos y los convirtió en dos grandes aves de plumaje oscuro y fuertes puones, que se elevaron por los aires en majestuoso vuelo, lanzando el grito onomatopéyico que les daría su nombre: Chajá.
Se dice que no se puede separar a la pareja de Chajás, porque si esto sucede ambos mueren.                                                                                   
                                                                  


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